- Publicado en iAgua Magazine 52
Después de semanas de fuertes lluvias, el sol brilla de nuevo sobre Málaga. En el corazón del Parque Tecnológico de la ciudad, uno de los centros de innovación clave del sur de Europa, visitamos la sede de Aganova. Allí, nos reunimos con Agustín Ramírez, CEO de una empresa que ha dedicado más de 15 años a desarrollar tecnología para mejorar la eficiencia en la gestión del agua.
Durante nuestra conversación, Agustín nos muestra una vieja válvula y un contador de agua de hace décadas, objetos que hablan de su trayectoria personal. Su padre trabajó para la empresa municipal de aguas de Málaga, donde el propio Agustín comenzó su carrera antes de emprender como empresario. Identificó un desafío específico, la detección eficiente de fugas en las redes de transporte de agua, y apostó por una solución tecnológica que desde entonces se ha adoptado en más de 60 países.
Hoy en día, Aganova es mucho más que una empresa de detección de fugas. Su enfoque ha evolucionado hasta incluir proyectos de reposición, un nuevo marco que enfatiza el valor del agua recuperada no solo desde una perspectiva técnica, sino también desde ángulos ambientales, económicos y estratégicos. Hablamos con Agustín sobre esta evolución, la colaboración de la empresa con gigantes tecnológicos como Microsoft y la necesidad de atraer talento en un sector que debe reinventarse para afrontar retos como la escasez de recursos, la adaptación al clima y la creciente presión sobre las infraestructuras.
P: Aganova se fundó en Málaga en 2008. ¿Cómo ha evolucionado la empresa desde entonces en términos de modelo de negocio, tecnología y presencia global?
Desde el principio, Aganova ha tenido una fuerte visión tecnológica e internacional. En los últimos 15 años, hemos pasado de ser una startup que ofrece una solución disruptiva de detección de fugas a una referencia mundial en eficiencia hídrica y digitalización.
“Hemos pasado de ser una startup disruptiva a un líder mundial en eficiencia hídrica.”
Nuestro modelo de negocio ha pasado de la prestación de servicios a una propuesta de valor basada en tecnología propia, innovación continua y asociaciones estratégicas. La expansión internacional ha sido clave: ahora operamos en más de 60 países con oficinas estratégicas en Europa, América Latina y Oriente Medio.
P: Actualmente están llevando a cabo una audaz expansión internacional, con nuevas oficinas en Dubái y Brasil. ¿Cuál es su estrategia de crecimiento global y qué mercados están priorizando?
Nuestra estrategia se basa en la proximidad al cliente, la comprensión de los retos locales y la entrega de soluciones a medida. Dubái abre las puertas a Oriente Medio, donde los retos hídricos exigen tecnología de vanguardia. Brasil, por su parte, es una prioridad en América Latina debido a su tamaño y a sus necesidades de infraestructura. Nos centramos en regiones donde el agua es un recurso crítico y donde las empresas de servicios públicos y los gobiernos están comprometidos con la transformación digital.
P: Junto con el crecimiento internacional, han reforzado su equipo de liderazgo con contrataciones de alto nivel, como Carlos Campos como presidente y Alia López en Oriente Medio. ¿Qué importancia tiene el talento en su hoja de ruta?
El talento es una de las piedras angulares de nuestra estrategia. La incorporación de experiencia global y visión estratégica, a través de líderes como Carlos Campos, Marcos Barrera o Alia López, nos ayuda a gestionar el crecimiento con agilidad y fortaleza. Buscamos profesionales que compartan nuestra pasión por la sostenibilidad, la tecnología y el impacto social. Creemos que la innovación nace de equipos diversos, multidisciplinares y altamente cualificados.
P: Están liderando un enfoque innovador con sus proyectos de reposición, que van más allá de la detección de fugas para integrar la eficiencia hídrica, la recuperación de recursos y la sostenibilidad. ¿En qué consiste este concepto y cómo puede apoyar la toma de decisiones estratégicas para las empresas de servicios públicos y las partes interesadas del sector público y privado?
Los proyectos de reposición son una evolución natural de nuestra propuesta de valor. No se trata solo de detectar fugas, sino de cuantificar el agua recuperada y evaluar su impacto ambiental y económico. Esto permite a los clientes incorporar métricas de sostenibilidad en las decisiones operativas y de inversión. En un contexto de escasez mundial de agua, este enfoque holístico posiciona el agua recuperada como un activo estratégico alineado con los objetivos ESG, la taxonomía de la UE y los compromisos corporativos de neutralidad hídrica.
P: El acuerdo con Microsoft para acelerar la recuperación de agua a través de la IA ha despertado un interés significativo. ¿Cómo se ha materializado esta colaboración y qué impacto esperan en términos de escalabilidad, sostenibilidad y eficiencia?
Nuestra asociación con Microsoft representa un hito en la gestión sostenible del agua. Juntos, lanzamos un proyecto de reposición en España, en colaboración con el Consorcio de Aguas del Sorbe (MAS), destinado a detectar fugas de forma más eficiente utilizando tecnologías impulsadas por la IA. También nos unimos a un importante proyecto en Dublín con Microsoft, Uisce Éireann y Suez.
“En un mundo de escasez de agua, el agua recuperada se convierte en un activo estratégico alineado con los criterios ESG.”
En Dublín, estamos inspeccionando las redes de transmisión utilizando nuestro sistema acústico, Nautilus, para reducir significativamente el agua no facturada. Esto apoya el objetivo de Microsoft de ser positivo en agua para 2030 y fortalece la resiliencia hídrica en una ciudad donde hasta el 33% del agua se pierde antes de llegar a los consumidores.
Estas iniciativas forman parte de los esfuerzos más amplios de Microsoft en materia de administración del agua y demuestran cómo los grandes actores tecnológicos y los especialistas en deeptech como Aganova pueden co-crear soluciones escalables e impactantes.
Con nuestras tecnologías propias, Nautilus y Nemo, y el respaldo estratégico y tecnológico de Microsoft, estamos estableciendo un nuevo punto de referencia para la eficiencia, la sostenibilidad y la colaboración público-privada.
P: Su propuesta de valor se centra en la innovación digital para la detección temprana de fugas y la optimización del rendimiento de la red. ¿Cómo está evolucionando la demanda de este tipo de soluciones entre las empresas de servicios públicos?
La demanda se ha disparado en los últimos años, impulsada por la necesidad de modernizar las infraestructuras obsoletas, adaptarse al cambio climático y cumplir los objetivos normativos y de sostenibilidad. Las empresas de servicios públicos están cada vez más abiertas a herramientas digitales como las nuestras, que permiten tomar decisiones basadas en datos, reducir las pérdidas y mejorar la planificación de las inversiones. Además, los marcos de financiación verde favorecen estas soluciones, acelerando su adopción.
“No hay agua más barata que el agua que ya se tiene, ni más cara que la que se pierde por las fugas.”
Las fugas no detectadas significan el desperdicio de recursos, mayores costes operativos y una mayor degradación de la red. Pero con la tecnología adecuada, se puede contabilizar cada gota.
En Aganova, ayudamos a las empresas de servicios públicos a tomar el control de sus infraestructuras a través de la detección avanzada de fugas en línea y la evaluación del estado de las tuberías. La detección temprana de fugas reduce el agua no facturada, prolonga la vida útil de los activos y garantiza un suministro de agua más sostenible y resistente. Debemos proteger nuestro recurso más valioso, porque el agua más asequible es el agua que no se pierde.
P: Desde su perspectiva, ¿dónde se encuentran las mayores necesidades y oportunidades de inversión en el sector del agua? ¿Qué regiones o temas muestran el mayor potencial de desarrollo?
Vemos una creciente necesidad de inversión en infraestructuras hídricas resilientes y en la modernización de los sistemas de distribución para reducir las pérdidas y mejorar la eficiencia. América Latina, África y el Sudeste Asiático ofrecen importantes oportunidades debido a la rápida urbanización y a los retos relacionados con el agua.
La concienciación sobre el cambio climático también está impulsando la inversión en soluciones que promueven la seguridad hídrica y la resiliencia. En este contexto, la innovación tecnológica y las alianzas estratégicas serán clave para ofrecer soluciones eficaces y sostenibles.
P: Aganova se ha unido recientemente a la Alliance for Water Stewardship. ¿Qué compromisos conlleva esto y cómo se alinea con su visión de sostenibilidad y gobernanza?
Unirnos a la Alliance for Water Stewardship refuerza nuestro compromiso con una gestión del agua responsable y colaborativa. Nos comprometemos a liderar con el ejemplo, promoviendo prácticas que garanticen la sostenibilidad a largo plazo del recurso. Esta afiliación nos permite colaborar con los principales actores del sector, compartir conocimientos y contribuir a los estándares mundiales de gobernanza del agua. Encaja perfectamente con nuestra visión: crear un impacto positivo y medible en los ecosistemas y las comunidades.
P: ¿Qué barreras y oportunidades afrontan empresas como Aganova al trabajar con el sector público? ¿Qué debería cambiar para facilitar la adopción de soluciones innovadoras?
“El mayor reto sigue siendo la inercia de los modelos tradicionales y la complejidad administrativa.”
Dicho esto, cada vez hay más conciencia de que la innovación es esencial para abordar los retos hídricos actuales. Las oportunidades surgen cuando existe una clara voluntad política, una regulación favorable y mecanismos de financiación ágiles. Para facilitar la adopción, es fundamental fomentar modelos de colaboración público-privada que permitan poner a prueba nuevas tecnologías, compartir riesgos y acelerar la transformación del sector.
P: ¿Dónde ve a Aganova dentro de diez años? ¿Qué papel quiere desempeñar en la transformación mundial del agua?
En diez años, aspiramos a ser un líder mundial en inteligencia del agua. Queremos que nuestras soluciones estén presentes allí donde el agua sea escasa o esté mal gestionada. Aspiramos a impulsar el cambio hacia una economía circular del agua, donde cada gota cuente y la tecnología impulse la sostenibilidad. Nuestro papel será el de catalizador del cambio, combinando innovación, impacto y propósito.